23 de marzo de 2022

Mobiliario e iluminación urbana

Proyectos deben considerar requerimientos que imponen la ciudad y sus habitantes

Mónica Pérez, miembro de la AOA, sostiene que la iluminación, el paisajismo y el mobiliario integrado deben ser parte de las estrategias de la arquitectura y el urbanismo para el desarrollo social.

 

Los proyectos que integran mobiliario e iluminación urbana, sin duda, deben responder a los nuevos requerimientos que imponen la ciudad y sus habitantes, al mismo tiempo que deben considerar las necesidades particulares de cada zona donde se va a desarrollar el proyecto, y también sistematizar soluciones que permitan el reciclaje de los materiales empleados, visualizando otros usos al fin de su vida útil.

 

Mónica Pérez, miembro de la Asociación de Oficinas de Arquitectos (AOA), socia y gerente de Mónica Pérez y Asociados, subraya que los espacios públicos se han convertido en el patio de los ciudadanos, en lugar de encuentro, de deportes, y de paseo de grandes y niños.

 

‘Los edificios en altura, así como los reducidos espacios de muchas viviendas, convierten a estos espacios en un lugar de primera necesidad para mejorar la calidad de vida. El mobiliario no se refiere solo a los tradicionales asientos, las pérgolas o fuentes de agua centrales. Son un sinnúmero de elementos que unidos a la iluminación y a un buen diseño de paisajismo que requiera menor cantidad de riego hacen exitoso un espacio’, explica.

 

Añade que es importante destacar que los profesionales y proveedores ligados al rubro de la iluminación y el mobiliario urbano han innovado y se encuentran al mismo nivel que los países más desarrollados. La información es global y las buenas ideas se comparten en todos los aspectos.

 

Iluminación y seguridad

 

Los equipos de iluminación urbana, específicamente, están asociados a la seguridad y deben dar respuesta también a las necesidades actuales, contando con una larga vida útil, fácil mantenimiento, operación simple y garantías asociadas.

 

‘En el caso de la iluminación, no solo debe tener bajo consumo, además debe contar con elementos que permitan control de cada una de las unidades que conforman el alumbrado público, no contaminar el cielo nocturno y disponer de un funcionamiento continuo todas las noches del año. La tecnología a través de las redes de alumbrado público permite incorporar otros servicios de bien común como redes inalámbricas, servicios de alarma y comunicación’, señala.

 

Mónica Pérez dice que el led ha sido un gran aliado del alumbrado público. ‘A lo largo del país se ha ido realizando un gran esfuerzo para el recambio de las anteriores fuentes de luz. Pese a esto, en el recambio no se pensó en la importancia de la contaminación lumínica, tema que dejará obsoletos muchos equipos, ya que la luz debe ser emitida en una pequeña parte del espectro electromagnético, esencialmente luz cálida cercana a los 3000°K. Se debe estudiar cómo aprovechar los equipos actuales y hacer cambios de placas internas para no generar más desechos’, detalla.

 

Comenta la profesional que otra alternativa para los espacios públicos son las luminarias con paneles solares que permiten un ahorro sustancial en las instalaciones eléctricas. ‘Tan importante como la calidad de las fuentes de luz, es la de los paneles fotovoltaicos, las baterías de acumulación de energía y la zona de emplazamiento geográfico. Para que los equipos de iluminación con esta tecnología puedan ser incorporados deben ser integrados en las normativas vigentes o en estudio de nuestro país, y las empresas proveedoras tienen que entregar las garantías para un correcto funcionamiento. La información tiene que permitir cálculos económicos que avalen su uso ante otras tecnologías’, indica.

 

Desarrollo integral

 

La seguridad, dice Mónica Pérez, es un aspecto fundamental a considerar en todo proyecto de esta índole. ‘Hoy se busca un alto índice de protección de todos los elementos, contar con cámaras de seguridad y, lo más importante, contribuir a una cultura colectiva que proteja este bien común’, sentencia.

 

Añade que las áreas verdes no son solo de la comuna donde se encuentran físicamente los proyectos, son de toda la ciudad. Sin embargo, dice que para aprovechar mejor el tiempo es indispensable crear lugares de esparcimiento cerca de todos los barrios del país.

 

Por otro lado, Mónica Pérez señala que un gran avance es que las grandes obras de infraestructura consideran dentro de sus alcances la reposición del material vegetal existente antes de la intervención o del diseño, así como la habilitación de espacios verdes en los nudos viales, veredas y todo lo que aporta a una visión menos artificial y comprometida con el medio ambiente.

 

Asimismo, enfatiza que la sustentabilidad, en todos los ámbitos, anima el diseño y la planificación. ‘Es impensable no considerar los mejores materiales, así como su origen, el buen uso del agua, la energía y todo lo que sea un beneficio de la tierra. Todos los actores de la cadena de la construcción, desde el diseño hasta la obra, deben estar comprometidos en buscar las mejores soluciones posibles para minimizar los impactos adversos a través de materiales, certificaciones e investigación que les permita actuar conforme a esta relación particular y global’, sentencia.

 

Principales retos

 

La profesional, miembro de la AOA, subraya que la iluminación ha provocado un cambio sin precedentes en la sociedad, y que desde hace tiempo se discute a nivel internacional el tema del ‘rol social de la luz’.

 

Y es que la luz, destaca Mónica Pérez, tiene un impacto en muchos ámbitos y la comunidad debe tener conciencia del valor que posee la iluminación artificial o la falta de ella sobre las personas y todas las actividades que realizamos durante la noche.

 

‘Planificar a nivel nacional es un requerimiento del momento en que vivimos. Es importante crear un marco referencial donde las iniciativas y necesidades de cada lugar se desarrollen sin oponerse unas a otras, al contrario, se potencien las relaciones entre todas las vías y espacios públicos de las ciudades, regiones y todo el país completo. La iluminación es un bien público. Sería de gran importancia contar con un ‘plan regulador’ de alumbrado público nacional, el cual permitiría sistematizar una política nacional o regional donde se sumen y coordinen los esfuerzos de las comunas. De lo contrario, cada entidad deberá aportar recursos para buscar las mismas soluciones’, expresa.

 

Concluye que la ciudad bien iluminada es un lugar seguro y atractivo, y que esta sensación de seguridad tiene implicancias directas en la producción, el turismo y la economía. ‘Una buena iluminación es una verdadera expresión de modernidad y de buen aprovechamiento de los recursos tecnológicos, energéticos y económicos. En resumen, la iluminación, el paisajismo y el mobiliario integrado deben ser parte de las estrategias de la arquitectura y el urbanismo para el desarrollo social’, finaliza.

 

Recuadro

 

– Mónica Pérez, miembro de la AOA, socia y gerente de Mónica Pérez y Asociados. – ‘Los espacios públicos se han convertido en el patio de los ciudadanos, en lugar de encuentro, de deportes, y de paseo de grandes y niños’.

ÚLTIMAS NOTICIAS

Con 25 años de historia, nos hemos ganado un espacio importante para la representación de los arquitectos en el debate público y frente a la autoridad. Buscamos tener una voz nítida y respaldada técnicamente, queremos llegar con nuestro mensaje a la opinión pública, y ser capaces de construir una red amplia de vínculos con la sociedad.