Con el objetivo de promover el compromiso de la política para mejorar la vida en las ciudades, se desarrolló una nueva versión de Congreso Ciudades, dinámica participativa con la sociedad civil y los centros académicos, que favorece un diálogo activo y jornadas de trabajo permanente.

Congreso Ciudades compromete la participación activa de las organizaciones de la sociedad civil y la academia, conformando una tríada fundamental para el diálogo y acción de cuanto requieren las ciudades de Chile. Es reconocida como la primera plataforma de debate y deliberación multiactoral, que busca alcanzar un trabajo conjunto y de largo plazo para el mejor bienestar territorial de sus habitantes.

El quinto Foro de Congreso Ciudades desarrollado en el mes de septiembre contó con la participación de Evelyn Matthei, alcaldesa de Providencia; Ricardo Abuauad, Decano Campus Creativo Universidad Nacional Andres Bello; Joan McDonald, Premio Nacional de Urbanismo 2022; y José Ramón Ugarte, redactor de la Política Nacional de Desarrollo Urbano, ex Presidente del Colegio de Arquitectos y ex Vicepresidente de AOA, quienes abordaron la pregunta: ¿Qué debe hacer la política frente a la crisis de nuestras ciudades?

José Ramón Ugarte comenzó su intervención agradeciendo la invitación a la instancia: “Celebro el encabezado que tiene este encuentro sobre el deber de la política frente a la crisis de nuestras urbes, porque una de las cosas que más se extraña hoy es la discusión sobre el futuro de las ciudades, no técnica ni académica, sino que política”.

En su presentación expuso uno de los grandes temas que forman parte de la crisis de las ciudades: ¿Cómo abordar el déficit habitacional? y en la instancia también entregó propuestas de soluciones a la problemática, ancladas en el quehacer político y la referencia internacional. 

“Abordar el déficit habitacional es un tema eminentemente político y gubernamental y un problema que compete a la sociedad. La solución es responsabilidad de la administración que está a cargo”, señaló Ugarte. Añadiendo que: “El Plan de Emergencia Habitacional impulsado por el Ministerio de Vivienda, es completamente insuficiente y está enfocado a reforzar la acción directa del estado en la provisión de viviendas; sin embargo, se trata de una tarea en que es imposible obtener logros sin la participación masiva del mundo privado, que en construcción de vivienda económica y vivienda social, tiene una experiencia centenaria en Chile”.

Propuestas

En la instancia, José Ramón Ugarte, profundizó en diversas propuestas para paliar y revertir el déficit habitacional en Chile, considerando que los campamentos representan entre un 20% y un 30% del déficit: “Lo que quiere decir que hay un 70% del déficit habitacional de personas que, no estando en campamentos igual requieren una vivienda”, puntualizó. 

Cerrar la puerta: Impedir la generación de nuevos campamentos 

Sobre esta propuesta el arquitecto indicó como esenciales el control de la inmigración y evitar las tomas de terrenos para instalar campamentos. “Estas situaciones interpelan directamente al resguardo del Estado de derecho y al ejercicio del principio de autoridad”, ambos aspectos fundamentales sin los cuales es imposible enfrentar el problema: “Que el Gobierno acepte las tomas y hable de planes de radicación, es decir que los que están tomándose un terreno se radiquen en el mismo, es un error grave que, entre otras cosas, impide solucionar el problema del déficit en su conjunto. En vez de ser un sistema ordenado y con requisitos generales e iguales para todos, es reconocer como válido el “’saltarse la fila’”.

Albergues

Esta propuesta principalmente busca habilitar refugios en zonas que reciben migrantes, en suma a la construcción de albergues en todos los lugares donde existen campamentos. Sobre este punto, José Ramón Ugarte indicó que en Chile se debe contar con un techo para todo aquel que no lo tenga. “Mientras el Estado no tenga dónde ubicar a quienes lo necesitan, difícilmente se podrá avanzar. Esta es una solución transitoria que existe en varios países europeos, pero no en Latinoamérica”, señaló. Y añadió: “No es posible frenar la ocupación de terrenos sin tener disponibles soluciones concretas para personas que necesitan de manera urgente un lugar donde vivir”. 

Vivienda incremental y operación sitio

Se trata de entregar soluciones sobre aquellas cosas que no pueden enfrentar por sí solos los necesitados, como contar con un lote urbanizado (con calles, agua potable y electricidad) y los elementos básicos de una vivienda, un módulo de cocina – baño y al menos un muro estructural que sirva de apoyo para estructuras livianas que pueden construir los propios pobladores. Así como lo hizo el Presidente Frei Montalva, indicó Ugarte, añadiendo que, desde luego, esta idea se contrapone con la de “vivienda digna” o “vivienda adecuada” que se discute en el proceso constitucional, como si la única solución fuera entregar viviendas terminadas.

Participación de privados

El cuarto frente se refiere al rol del Estado y a la participación de los privados. José Ramón Ugarte señaló que este es: “Probablemente el mayor vacío del Plan de Emergencia Habitacional”. Señalando que este desafío es de tal magnitud, que es imposible que la resuelva el Estado por sí solo: “El Estado chileno no es capaz de construir o de contratar la construcción de la cantidad de viviendas que se necesitan. Qué diferente sería contar con un nuevo DFL 2 que entregue incentivos para la construcción de viviendas económicas, como lo hizo Jorge Alessandri en 1959”.

Aumentar la disponibilidad de suelo 

La última propuesta presentada por el arquitecto se relaciona con aumentar la disponibilidad de suelo para construir viviendas. Esta problemática se ha dado por el bloqueo normativo que se genera en distintas  municipalidades por decisión de los mismos vecinos, según indicó el arquitecto. “Lo que menos se necesita es generar más escalones en un camino que ya es arduo”, señaló sobre la dificultad burocrática que el Ministerio de Vivienda no ha sido capaz de resolver, teniendo las potestades legales para hacerlo (Para esto no se necesitan nuevas leyes).

Finalmente José Ramón Ugarte hizo un llamado al nuevo Consejo Nacional de Desarrollo Territorial, para que contemple algún tipo de unidad técnica que permita analizar los problemas y elaborar propuestas que difícilmente podrá enfrentar un Consejo de 49 miembros y solo 2 de ellos arquitectos.