He tenido el honor de participar como miembro del Comité Asesor del área de Arquitectura del Consejo Nacional de la Cultura y de las Artes, hoy flamante Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, durante todo el año 2017.

En carta publicada el miércoles (leer aquí), el ministro Ernesto Ottone hace tres preguntas referentes a la existencia de una política pública cultural que en sí mismas son la esencia que ha inspirado el proceso de formación del nuevo ministerio y que nos ha permitido debatir ampliamente acerca de la importancia y los impactos que una política cultural tiene sobre la ciudadanía.

Un país sin una política cultural fuerte y dinámica no puede pretender salir del subdesarrollo solo preocupándose del ingreso per cápita.

Para nosotros los arquitectos, el proceso vivido en este camino para proponer y desarrollar una ley de fomento de la arquitectura y así colocar en el lugar que se merece nuestro quehacer arquitectónico en la creación de ciudades y barrios, ha sido inédito y muy gratificante.

En este camino, la labor del ministro Ernesto Ottone y de Cristóbal Molina como coordinador del Área de Arquitectura del Departamento de Fomento de la Cultura y las Artes ha sido consistente y muy relevante para nuestra profesión, como parte significativa de las artes en nuestro país.

No me queda sino agradecer al ministro y su equipo, y esperar que la nueva ministra Alejandra Pérez continúe por el camino iniciado, y como ella misma lo ha dicho, en hacer que la cultura y las artes lleguen a todos, profundizando y promoviendo esta buena política pública cultural del Ministerio.