Señor Director:

Los arquitectos que hemos abierto el debate en torno a la llamada «Ley Arbolito», propuesta por el ministro de Agricultura, Antonio Walker, estamos sintonizados con él en aspectos fundamentales que la ley propone, como regular las podas indiscriminadas que cruelmente mutilan nuestros árboles, en asesorar a los municipios en la selección de especies para disminuir el consumo hídrico y recomendar la región geográfica y climática en donde deban plantarse, así como en la adecuada manutención para su sano crecimiento y desarrollo.

El proyecto es para una ley positiva y urgente, no sólo para no prohibir especies, o para preservar las especies existentes que han debido sortear un débil e insuficiente cuidado, sino para fomentar la plantación masiva de árboles en nuestras ciudades.

Por lo anterior, toda acción en favor del árbol, sea éste un espectacular plátano oriental o de otra especie, cuenta con nuestro más amplio y decidido apoyo. En la diversidad de especies y cultivo de más árboles y bosques estará el futuro de un mejor medio ambiente para nuestras ciudades; tenemos que detener el avance del desierto, que ya ha sobrepasado la ciudad de Santiago hacia el sur.