17 de octubre de 2012

Ascensores, Baburizza y Querétaro

Seguir leyendo editorial de El Mercurio

Tuve que viajar a Chile estos días. Por un lado, para participar en la visita del Presidente electo de México, Enrique Peña Nieto; por otro, para presentar, en la U. Finis Terrae, a los destacados intelectuales Álvaro Vargas Llosa, de Perú, y Jorge Castañeda, de México. La visita de Peña Nieto, que asume en diciembre próximo, puso de manifiesto que bajo su administración seguirán intensificándose las relaciones bilaterales. Y la de los expertos sirvió para que éstos analizaran en esa casa de altos estudios, ante un teatro lleno, las perspectivas de las Américas.

En este contexto asistí en Valparaíso a la puesta en marcha de ascensores recientemente restaurados y a la inauguración del magnífico Museo Baburizza. Como en el caso de los trolebuses y los paseos en lancha por la bahía, los ascensores constituyen parte esencial de la identidad porteña, y a mi juicio era un escándalo y una tragedia que en el pasado se los haya dejado deteriorarse y morir. Con ellos se desvanecían también referentes claves de la obra de Joaquín Edwards Bello, Carlos León, Manuel Rojas, Pablo Neruda, Camilo Mori, Sarita Vial, Renzo Pecchenino o Joris Ivens. Para los porteños es de suma importancia el rescate de esta identidad, pues lanza señales positivas al mundo y a quienes creen en Valparaíso e invierten esfuerzos allí.

Con 25 años de historia, nos hemos ganado un espacio importante para la representación de los arquitectos en el debate público y frente a la autoridad. Buscamos tener una voz nítida y respaldada técnicamente, queremos llegar con nuestro mensaje a la opinión pública, y ser capaces de construir una red amplia de vínculos con la sociedad.