Señor director:

Estoy de acuerdo con la alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá, en cuanto a congelar los permisos de edificación en altura de decenas de proyectos de inmobiliarias en Santiago Sur. Esta decisión no debiera sorprender, pues es una práctica habitual que al evaluarse un nuevo Plan Regulador Comunal se detenga el otorgamiento de estos permisos.

De hecho, estoy convencido de que las inmobiliarias presentaron más de 30 anteproyectos al dar por perdida la reelección del ahora ex edil de Santiago, de quien ya conocían su proceder, cuidando los intereses de los privados en vez de preocuparse de los derechos y necesidades de los habitantes de su comuna.

En lo central, el Congreso debiera efectuar un cambio para que cuando las comunas decidan iniciar un proceso para modificar sus planos reguladores, legal y automáticamente se congelen los permisos de edificaciones. Esta sería una buena forma de enfrentar la especulación inmobiliaria y lo que ha sido la desidia de un Estado incapaz de desarrollar un modelo de ciudades sustentables.

Esta situación no ocurre sólo con los planos reguladores, sino también con terrenos sujetos a expropiación para mejorar vialidad o disponer de más áreas verdes, como ocurre en Pudahuel, donde se estrangula el acceso a Santiago por la Ruta 68.

Nuestra ciudad capital está lejos de ser una ciudad de calidad mundial y las autoridades deben tomar conciencia de esto para dar inicio al diseño de soluciones. Lo que está haciendo la alcaldesa Tohá es un primer paso.