Por Monica Alvarez
Pastpresident (AOA)
El Mercurio
Señor Director:
Me permito aprovechar este espacio para felicitar la excelente columna (sábado) de Jacqueline Dussaillant, en la que señala que grupúsculos de grafiteros están ganando la batalla frente al derecho que nos asiste a todos en democracia, de vivir en una ciudad en la que se respeten nuestros monumentos y espacios públicos. Santiago, visiblemente dañado y rayado en su casco histórico, pareciera estar sucumbiendo a este sistemático y cobarde ataque en contra de su patrimonio.
Esto no solo afecta nuestra propia libertad de rechazar dichos actos vandálicos, sino que, además, afecta al patrimonio arquitectónico de nuestras ciudades, que están sumidas en la vulgaridad y lo antiestético de grafitis sin ningún valor artístico. El derecho de vivir en ciudades limpias y bellas no puede ser derrotado tan fácilmente y la autoridad no puede continuar impávida ante este peligroso y degradante deterioro.
25 de mayo de 2023
Punto de vista
Una experiencia monumental: El Palacio Itamaraty en Brasilia
Por Beatriz Valenzuela,
Socia de Estudio 360
Participante de la Misión Histórico Cultural 2023 a Brasilia y Río de Janeiro.
Al acercarme al Palacio Itamaraty, quedé maravillada por su gran escala y presencia sutilmente imponente. La fachada de vidrio reflejante, con su diseño con doble fachada con arcos tridimensionales conformados con geometría reglada, muy elegante, se alza majestuosamente sobre el paisaje urbano, capturando la atención de todos los visitantes. Este enfoque audaz y vanguardista de la arquitectura es típico del estilo característico de Oscar Niemeyer, quien dejó una huella indeleble en Brasilia.
Al ingresar al palacio y subir a lo más alto nos recibió una gran terraza semi abierta que integraba perfectamente el entorno del Eje Monumental, frente al Palacio de Justicia y el Congreso Nacional. Esta terraza, con su generoso espacio y diseño minimalista, brindaba una sensación de amplitud y calma. Desde allí, pude apreciar la belleza del diseño urbano de Brasilia, con sus avenidas amplias y rectas que se despliegan en una visión utópica de presente y futuro.
Sin embargo, lo que más me impresionó fue el cuidado con el que se exhibían las obras de arte de artistas nacionales en el interior del Palacio Itamaraty. Las piezas, que abarcan una amplia gama de estilos y técnicas, se integraban de manera armoniosa con la arquitectura del edificio. Esculturas, pinturas y artefactos culturales se combinaban para crear una experiencia visual enriquecedora y única.
El Palacio Itamaraty no solo se destaca como un lugar de encuentro diplomático, sino también como un espacio que celebra la rica historia y cultura de Brasil. Cada rincón del edificio parecía contar una historia, uniendo el pasado y el presente de la nación. El uso magistral del espacio y la luz natural acentuaban aún más la belleza de las obras de arte, creando un ambiente tranquilo y reflexivo.
Es evidente que el Palacio Itamaraty, junto con el conjunto arquitectónico del Eje Monumental, constituye un tesoro invaluable para Brasil y el mundo. El trabajo de Oscar Niemeyer y su visión vanguardista se hacen eco en cada detalle del palacio, capturando la imaginación y dejando una impresión duradera en todos los que lo visitan.
En resumen, la visita al Palacio Itamaraty en Brasilia fue una experiencia arquitectónica y artística inolvidable. La gran escala del acceso, la terraza semi abierta que se integra con el entorno del Eje Monumental y las obras de arte de artistas nacionales, todo enmarcado en el legado de Oscar Niemeyer, crean una combinación excepcional.
