21 novIEMBRE 2019

Ciudades más justas

Por Sergio Baeriswyl, presidente CNDU; Luis Eduardo Bresciani, presidente CNDU 2014-2018 y Consejero CNDU y Antonia Lehman, presidenta de la Comisión Presidencial para la nueva Política Nacional de Desarrollo Urbano 2011-2014 y consejera CNDU.

El Mercurio

En la edición del sábado 2 de noviembre pasado, el señor Pedro Gandolfo publica una nota denominada ‘Ciudad’, la cual contiene algunas afirmaciones equivocadas que es necesario aclarar, pues confunden a la opinión pública. Valoramos que en ella se releve el rol de las ciudades como el espacio que articula nuestro sistema social y económico, coincidiendo en la irremplazable función de ellas para remediar los graves efectos de la desigualdad social y territorial.

Sin embargo, es un error decir que en Chile no se ha estudiado o actuado frente a los desafíos de las ciudades, pues existe una larga tradición de políticas urbanas que han sido actualizadas por la Política Nacional de Desarrollo Urbano promulgada en 2014, de la cual surge la creación del Consejo Nacional del mismo nombre. Aunque este Consejo tiene una función asesora y consultiva, pues la implementación de las políticas recae en el Gobierno y en el Congreso Nacional, este se ha transformado en un espacio único de acuerdos entre el sector público y privado, organizaciones sociales y entidades académicas y gremiales, logrando poner en la agenda pública de los últimos años los problemas de desigualdad y segregación social que afectan nuestras ciudades.

Este trabajo ha facilitado la aprobación de importantes reformas legales y reglamentarias orientadas a mayor equidad urbana, algunas de ellas ya promulgadas y otras en discusión parlamentaria. No obstante los avances, no es prudente afirmar que nuestras ciudades cambiarán sus niveles de segregación social a solo cinco años de aprobada la Política Nacional de Desarrollo Urbano.

Esto sería desconocer que los cambios urbanos son graduales y que su implementación requiere priorizarlos en las agendas nacionales, lo que es justamente lo que esta política y su Consejo han logrado mantener más allá de los cambios de gobierno. Con todo, debemos anteponer la importancia del momento histórico que vive el país y convenir en que la única forma de lograr ciudades más justas es escuchando a la ciudadanía, dialogando entre los actores y proponiendo convergencia, tarea en la cual el Consejo Nacional cumple un rol irreemplazable.

Con 25 años de historia, nos hemos ganado un espacio importante para la representación de los arquitectos en el debate público y frente a la autoridad. Buscamos tener una voz nítida y respaldada técnicamente, queremos llegar con nuestro mensaje a la opinión pública, y ser capaces de construir una red amplia de vínculos con la sociedad.